Sonríe, merece la pena ser feliz

lunes, 14 de noviembre de 2011

Tus ojos

Me encantan tus miradas, todos los días que pasábamos juntos, siempre eran risas. Todo era perfecto.
Pero sobre todo tus miradas, esas que me hacían sentir un cosquilleo en la barriga, esas mariposas...¿o debería de decir abejorros? y entonces era como si me esposasen a tu mirada. Porque unos ojos como los tuyos me hacían sentir como si me sumergiese en un océano frío, en el que poder nadar, bucear y buscar cosas con las que entretenerse. Porque tu azul era diferente al de cualquier otra persona. Esos que cada día, dependiendo de la hora, la luz o tu estado de ánimo eran más o menos azules, pero siempre dentro de su tono. Inolvidables.

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