Sonríe, merece la pena ser feliz

sábado, 14 de enero de 2012

Enamorada de la persona equivocada.

Darte cuenta desde el primer día de que te has enamorado a primera vista de una persona que no te conviene y con la que sabes perfectamente que no podrá y no habrá nada. Por un lado siempre estará esa diferencia de edad, una gran diferencia. Por otro, que vuestros mundos son completamente diferentes. Tú aun eres una adolescente en proceso de mujer y él ya es un hombre maduro con coche y trabajo, con amigos diferentes, con salidas diferentes, futuros muy diferentes... pero aun así esperas impaciente por ese 1% en el que tú estarás con él y serás feliz.
No puedes evitar enrojecerte cuando escuchas su nombre o apodo, o acordarte de él cuando ves un coche parecido al suyo o cuando ves a alguno de sus familiares o amigos... Buscarlo por los bares en algunas fiestas... O tener esa sensación de nostalgia que te invade cuando te ves sola frente a un grupo emparejado en el que te preguntas ¿qué coño pinto aquí? Te olvidas de ese 1% y te aferras al 99% restante y te deprimes y te paras a pensar ¿pero a dónde coño voy soñando que puedo tenerle? Tus amigas saben lo que te pasa y que no puedes evitar enamorarte de tipos maduros como él. Tu opinas "mejor uno maduro que se ocupe de ti que cargar con uno infantil del que te tengas que ocupar". Esa es tu opinión y entonces es cuando comprendes que eres diferente del resto ya que tus amigas opinan al revés y piensas "Deben de verme como una loca, soñar con un chico que me saque 11años. Cuanto mejor se estaría con uno al que le sacase un año" entonces ves claro que en realidad te tienes que aferrar a ese 99% porque esos sueños de niña tonta se convierten en algo platónico y tienes que despertarte y ser realista.
Ellas son felices son su chico pequeño, tu las ves así, pero no te imaginas como sería tu vida en su lugar. Te sientes madura, crees tener la cabeza bien amueblada y piensas que los menores que tu no la tienen. Pero no todos son así.
Intentas por todos los medios de razonar y pensar que podrías enamorarte de uno más pequeño que tu y ser feliz como las demás, pero no lo consigues, al menos por el momento.
***Tu prototipo es el de un chico mayor que tu y maduro y no lo puedes evitar, aunque lo intentes.

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