Sonríe, merece la pena ser feliz

lunes, 7 de diciembre de 2015

Desahogando, segunda parte.

Bueno pues meses después aquí estoy, he de decir que el curso no me fue tan mal, que mandé al chico a freír espárragos y que intenté pasar un buen verano.

¿Mi sorpresa? Mi sorpresa fue que este curso está siendo peor que el anterior, que mi verano fue un auténtico desastre, desde luego el peor de mi vida bien notado por toda la gente de mi alrededor. El chico... pues pasándolo mal cada vez que me lo encontraba en cualquier sitio, cada vez que me hablaba, intentando rehacer mi vida con otros, otros a los que les acababa diciendo adiós. Mis amigas distanciadas, la amistad se está rompiendo poco a poco y no se como repararlo, por parte ha sido fallo mio, por otra ha sido de ellas pero supongo que unas son mas orgullosas que otras para reconocerlo. El ambiente en casa ha estado tenso: mi madre ha cambiado de trabajo, a mi padre lo han operado y con la baja y  el reposo no había quien lo aguantase. No se sabe estar quieto y claro.., mi hermano sigue con el pavo subido sigue invirtiendo dinero en un coche sin futuro y creyéndose el sabelotodo y el manda más, mi abuela como una niña pequeña llamando la atención con cualquier cosa, interesante o no y armando berrinches... en fin.

Este curso apenas me dejo caer por mi casa, permanezco en León más de lo que yo quisiera, pero sé que por desgracia si voy a mi casa no hago nada, es decir, pierdo el tiempo desmesuradamente. Mis compañeras de piso este año van mejor, hubo un par de broncas que ayudaron a estabilizar el hogar, ahora tenemos un hámster al que llamamos Nolotil (si, es un fármaco y nosotras enfermeras) En resumen, nos llevamos mejor.
Mis amigas aquí me están ayudando, para eso están los amigos, (qué irónico que me respondan mejor los que he conocido aquí apenas hace un año que los que tengo desde hace cinco.) Estudiamos duramente, hay que sacar lo máximo posible para recuperar lo menos posible en febrero. Lo llevaba bien hasta que algo pasó, si, os lo tengo que contar y ya os podéis imaginar por donde van los tiros...
El chico, eso es. Pues me lo encontré un sábado de fiesta en Asturias, lo que no pensaba yo era que me iba a quedar petrificada nada mas verlo. Y allí estaba, detrás de mi mientras yo bailaba despreocupada, divirtiéndome. ¿Qué pasó? Pues que me vino a hablar y caí, vaya que si caí en un beso perfecto que derribó el puto muro que había construido desde agosto, desde que le había dicho que ya no podía más y que la situación en la que nos encontrábamos era superior a mi.
La cosa pasó, yo me volví a León y todo siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Pero él me siguió hablando, apenas dos veces más. Yo me limitaba a responderle seca (dejando recalcado lo más seca que puedo ser con alguien a quien quiero) Igual ese fue el fallo.
Llegó mi cumpleaños, un día perfecto lleno de sorpresas y regalos por parte de mis amigos y compañeras de piso ya que me tuve que quedar aquí por tema exámenes.
Como era de esperar me felicitó, tonta de mi lo esperaba como agua de mayo.
Tonta, tonta, tonta...si.
Cito textualmente:

  • Yo te aprecio y te quiero
  • No adelantes tus acontecimientos
  • Te lo dice un amigo que te quiere
  • Vive tu momento
Bueno, he omitido el felicidades, mi nombre y alguna pijada más. PERO lo importante de todo es...¡¡qué cojones haces con tu vida!! cómo te atreves a felicitarme así sabiendo lo paranollas que soy, lo que siento por ti y todo ese largo etcétera. HOMBRES, no me cansaré de decirlo.

A este desde luego le encanta remover mierda y dejarme claro que va a seguir ahí haciéndome de sufrir con su simple presencia, con su nombre y con un patético "hola" que me suelte.


Bueno pues ya he desahogado, otro triste capítulo para mi blog.

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