Sonríe, merece la pena ser feliz

miércoles, 3 de febrero de 2016

Dicen que un clavo...

Dicen que “un clavo saca a otro clavo” pero no soy partícipe de ese dicho y menos desde que decidí que aquello que teníamos no iba a ninguna parte.

Tú tan libre y yo tan tuya, tan ilusa que cegué, pensé que tus palabras podrían dar un giro, que tus ganas de vivir podrían verse atrapadas por mis brazos, por mis besos, por mis sonrisas… por toda esa alegría que conseguías provocar en mi. Qué algún día conseguiríamos formar algo estable sin evadirnos del mundo, algo nuestro que impresionase desde afuera.

Pero me equivoqué, como tantas otras veces resultó ser un juego y caí en la cuenta de que nada tenía sentido, tú aparecías cuando te aburrías, yo sufría con cada día que pasaba.

Al fin reuní valor. Decidí conocer personas, otras aparecieron sin avisar, tú resurgías en cada pensamiento volviéndome a la realidad, dando de bruces conmigo y destruyendo aquel muro que tanto trabajo me costó forjar.

Aquel día entre lágrimas te dije adiós, quizás fue lo mejor que pude hacer pero meses después aun tengo la duda, aun sigues doliendo ahí, donde otros no han conseguido llegar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario